sábado, 21 de noviembre de 2015

Carta de un Drogadicto a sus Padres

Cómo identificar a un drogadicto


Queridos padres:

 Les escribo  aquí, desde estas cuatro paredes blancas, desde esta sucia celda donde estoy pagando el precio de mi debilidad.
¿Saben… pensaba porqué… porqué llegar a este extremo, porqué robar, porqué matar? Solo para conseguir mí maldito veneno, esas malditas drogas que me están matando y que no  las puedo dejar.

Quisiera pedirles perdón… ¿pero porqué pedirles perdón? ¡Por favor! ¿Cómo quieren que yo les pida perdón a ustedes?  A ustedes que jamás tuvieron tiempo para verme, tiempo para abrazarme, tiempo para preguntarme si estaba bien… no se… ¡Para decirme que me querían!, si por lo contrario, lo único que hicieron ustedes conmigo; fue golpearme, fue maltratarme… gracias a ustedes estoy aquí, gracias a su falta de amor, de cariño… estoy aquí siendo un maldito delincuente, un maldito asesino.

¿Y aun así quieren que les pida perdón?… yo no les voy a pedir perdón… y a ti menos que a nadie papá… a ti papá que me ves aquí encerrado  y me llamas cobarde. Te paras enfrente de mi, ¿y que me dices?  .- ¡Yo!, ¡Que me sobe el lomo trabajando por ti!, yo que te compre todo lo que tu querías, ¡Te lo di todo y mira! ¿Como me pagas?, ¡Eres un mal hijo… eres un cobarde!  ¡Me avergüenza ser tu padre! ¡Ojala y te quedes aquí  encerrado  para siempre!

Pero, que cínico eres papá… de verdad, que cínico eres. ¿Tú me llamas cobarde a mi?… por favor… ¡Tú! , tú que pocas veces te ví, siempre estabas borracho, siempre embriagándote en una maldita cantina. Ahí encerrado embruteciéndote con alcohol, como si te doliera la vida, bebías hasta que ya no podías mas te divertías con mujeres, gastándote en ellas el poco dinero que nos hacia falta para vivir, y ahora  vienes  aquí para llamarme cobarde. Dime papá aparte de tu cochino dinero, ¿Qué nos diste?

Por necesidad y tu dinero nos hiciste vivir con miedo  día con día con mucho miedo, con mucha angustia, con la angustia  de verte llegar borracho   con el miedo  de no saber si ibas a llegar a golpearnos o no… ¡Siempre tomabas papá!… y no me digas que no te acuerdas, por favor… siempre llegabas a los dos o tres de la mañana  y venias tan borracho que ni te podías mantener de pie. ¿Te acuerdas?

¡Ah, pero eso sí! El señor llegaba aventando todo, gritando y diciendo – ¿Qué… en esta maldita casa  no hay nadie que me atienda? ¿Para eso trabajo todo el día?  ¡Para que ni  el Perro me salga a recibir? ¡Maldita sea!, ¡Quiero verlos a todos aquí y ahorita!. Y yo papá, te juro que te escuchaba llorar y comenzaba a temblar y a llorar, me dabas miedo papá, me provocaba terror escuchar tu voz, te juro que, que hasta me escondía  debajo de mi cama para que no me vieras, para que no me fueras  a pegar…

Pero eso no servia de nada, ¡No!.  Me acuerdo que llagabas enfurecido a la recamara y aventabas todo… me acuerdo que veías dormida  a mamá  y sin piedad la tomabas de los cabellos y la comenzabas a jalonear, la comenzabas a golpear… Recuerdo que mi madre espantada, te suplicaba y te decía. –Mi amor ya no me pegues, por favor, ya no me grites, los niños están  durmiendo  los vas a espantar, ¡Vámonos a dormir!… ¿pero no verdad?, ¡No!… ¿Cómo al macho de la casa  le iban a decir lo que tenia que hacer?… ¡No!…

Me acuerdo que en lugar de hacerle caso y aceptar que estabas mal, ¿Sabes que hacías papá?… la golpeas con mas furia, con mas rabia, le gritabas: -¡Tú, mujer!, ¡Tú…en esta casa no eres nadie! ¡Aquí estas de arrimada, de mantenida! ¡Yo te doy de tragar a ti y a tus hijos! ¿Y sabes que?  A mi casa llego a la  hora que quiera… y como quiera llegar, por eso mando aquí, por eso la mantengo.
Y me acuerdo papá, que mientras tu la seguías golpeando, yo estaba viendo, y te juro que… me llenaba de rabia de furia y quería en ese momento tener le fuerza  y el valor para enfrentarte, de golpearte y de matarte.

Pero tenia ocho años papá… ¿Qué podía hacer contra ti? Y aun así me armaba de valor  y corría a abrazarla  para protegerla con mi cuerpo, para que me golpearas a mi y no a ella.

Pero… ¡Sabes que?… créeme tus golpes no me dolían… deberás  que no, lo que me dolía… era saber que la persona que mas quería, que mas respetaba y que mas admiraba… ¡Que mi propia padre!, nos estaba matando, eso me dolía… me dolía saber que  tu no sabia pedir perdón.

Al día siguiente, ni siquiera te disculpabas con nosotros, nada mas sacabas tu cartera y nos decías, – Tengan cómprense lo que quieran- , guardabas silencio y te marchabas nuevamente.
  
¡Que pena papá!… ¿Tú creías que con tu dinero comprabas respeto y cariño?, recuerda que  en lugar de darnos amor… nos diste dinero.

Lo único que compraste fue lastima papá… ¡Me das Lastima!… ¡nos dabas lastima!… tu no eras hombre, eras un simple macho cobarde y egoísta, que solamente te sentías hombre cuando le pegabas a tu mujer y a tus hijos sabiendo que no podían defenderse… ¡Que cobarde eres papá!.

¿Qué te costaba dejar de tomar?… por nosotros papá… ¿Qué te costaba jugar conmigo?… y ahora dime… ¿Quién fue mas cobarde de los dos?, ¿Yo por salir a buscara en la calle todo lo que tu no me diste o tu que jamás  me lo diste?… ¿Y sabes ahora viejo?… ¡Ya no te necesito mas!, ¡Ya no necesito de ti!… ¡Lárgate de mi vida!… Lárgate… ya no te quiero ver papá.  

¿Por que me trataron así?… ¿Por qué?… si yo lo único que pedía era, era un poco de amor… de cariño… de comprensión… ¡Que me quisieran!  ¿Y a cambio que me dieron?… siempre   a diario, verlos pelearse por el maldito dinero… ¿Qué de veras no se daban cuenta?… no se daban cuenta que con sus peleas, lo único que hacían era quitarme las ilusiones de vivir…

¡Yo, ya no quiero vivir! ¡Todas las noches le suplico a dios que me quite la vida!… le reprocho y le digo, ¿Por qué Dios mió?, ¡Por qué? … por qué si tu sabias que mis padres no me querían, ¿Por qué permitiste que naciera?, si sabias que les iba a estorbar, ¡Para que permitiste que naciera!, que no era mas fácil  que mi madre embarazada se deshiciera de mi, ¿Por qué me trataron así?

Y tú mamá… ya deja de llorar, creo que es lo único que has sabido hacer  todo tu vida; llorar, ¿quieres que se compadezcan de ti?… que te digan  -Pobrecita mujer tanto que sufrió por sus hijos, tanto que se preocupo, tanto que se desvelo  por ellos y mira como le pagan.- ¿Quieres compasión mamá?  No te preocupes… ¡la gente ya te esta compadeciendo!.

Pero déjame  decirte algo mamá… que hipócrita eres mamá… de verdad que hipócritas eres…

¿Cuánto tuviste tiempo para darnos un beso? ¿Cuándo tuviste tiempo para abrazarnos?, ¿Para decirnos, te quiero?, siempre te escuche quejándote, era lo único que sabias hacer, quejarte, pero sabes… también por ti estoy encerrado aquí, por ti… por ti… por tu maldita cobardía.

Tú le soportaste todo a mi papá; que te golpeara, que te humillara, que te  engañara con otras mujeres, que golpeara a tus hijos delante de ti… y jamás dijiste nada, jamás nos defendiste

Pero yo me pregunto,  ¿De que sirvió que siguieras con mi padre? ¿Para qué? Si siempre estabas hablando mal de el, siempre te escuche hablando mal de mi padre… siempre…

-Tu padre no nos quiere- , eso me decías –es un irresponsable, es un bueno para nada.- ¿Para que atormentarme con lo que yo ya sabía?, pero cuando papa llegaba con dinero y te compraba cosas… ¿Por qué no lo decías?   “Yo no quiero dinero de un irresponsable, yo no quiero  dinero de un bueno para nada”, ¿por que no se lo decías? Pero cuando el no estaba decías, Tu padre es un desgraciado me golpea.

¿Pero sabes que se te olvido mamá? Mi papá también tenia corazón… que sentía que  en las tardes que llegaba cansado del trabajo, que en lugar de recibirlo con un beso y preguntarle  por su día de trabajo, ¿Qué hacías tu mama?, solo lo que hacías era reprocharle,  gritarle y insultarlo, le decías; -Mírame parezco sirvienta  por tu culpa, mira que trapos traigo encima que porquería son, ¿Qué no puedes trabajar mas?

Mi padre para no escucharte mejor se iba  a la cantina para emborracharse. Me mandaban a la  escuela pero nada mas era para deshacerse de mí, ¿Se acuerdan como me decían?  Me decían: ¡Ya lárgate! ¡Vete a la maldita escuela!  Allá que te aguanten los maestros por eso  les pagamos.

Yo si iba mamá,  pero al propósito no entraba   y reprobaba todas las materias, me iba de pinta, insultaba a los maestros  y no era por que no me interesaba a mi la escuela ¡A mi me gustaba la escuela!, solo lo hacia para desquitarme, les trataba de decir…. Mírenme … ¡Existo!.

Luego perdí el interés de la escuela  y comencé a juntarme con mis amigos los borrachos y drogadictos. 

Entonces  empecé con las drogas. Primero me regalaban mis “cuates” algunos toques  de marihuana, coca, tachas y pastillas, después me dijeron que ya no me las podían regalar.

Para conseguir las malditas drogas teníamos que robar, golpear a la gente y asaltar. Mis amigas unas niñas de 13 años tenían que venderse en la calle para poder comprarla. Cuando conseguíamos un poco de  dinero nos drogábamos con  “flexo” y thinner.

Pero aun sabiendo todo eso… ¡Ni así lo podíamos dejar! … era un infierno en vida.

Hasta que llego ese día, Dios sabe que no quería que fuera así.

Recuerdo que estaba sentado en la banqueta, yo estaba desesperado por que en  todo el día no había conseguido nada, me sentía frenético sentía que me estaba muriendo.

Un hombre  de traje se me acercaba caminado  sobre la banqueta, al pasar junto a mi, ni siquiera lo pensé, me fui atrás de el y saque mi navaja, me fui contra el amenazándolo, le pedí el dinero y  rápidamente tomo su cartera, saco el dinero y me lo aventó a la cara. Con miedo en su voz me dijo- “Ten… yo si quiero a mi hijos… yo no tengo la culpa que a ti nadie te halla querido, ten”

No me hubiera dicho eso…  lo tome del cabello  y le enterré  mi navaja e la espalda, una y otra vez haciéndolo con tanta furia por haberme recordad que ustedes no me querían.

¡Me recordó que ustedes no me querían… por es o lo mate!… ¡Por que ustedes no me querían!, luego quise correr… pero ya no pude mas.

Después me detuvieron, me golpearon, me torturaron y me encerraron aquí.

Mas tarde los llamaron para que se enteraran de mi situación, y ustedes ni siquiera me dejaron hablar, solo escuche sus reproches, insultos, recalamos  y sus maldiciones.

Mi situación legal es complicada, se que será un proceso difícil y seguramente me condenaran por muchos años. Me arrepiento por ustedes y por mí….tengo mucho miedo.

¡Dios mió!  Si en verdad existes, dime; ¿Por qué  tenemos que pagar  nosotros por los errores de  los padres? ¿Por qué nosotros?, si nosotros no pedimos venir al mundo, ¡no pedimos nacer! ¿Por qué nos trataron así?… papá… mamá… yo los quiero mucho… en verdad ¡los amo!, pero ya no puedo  mas, ya no quiero que me sigan maltratando  ya no quiero que me sigan golpeando ya no…. Los amo y en donde quieran que estén  los voy a seguir amando…  pero ya no aguanto  más.     
  


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